Que
este blog se titule El Pensador Sereno no significa que cada cosa que escriba
lo haré de formas que a todos agraden. Es algo que Daniel Dennett aprendió de
Christopher Hitchens: es necesario, a veces, ser grosero. Porque hay pensamientos y actitudes que son muy
dañinas, y hay que evitar que se difundan.
Entremos
en materia. Hace unos días, en la página de la revista Semana publicaron una
noticia acerca de unas tabletas que fueron entregadas a un grupo de
indígenas en Guainía, como parte de
un proceso de alfabetización. Claro, hay dificultades relacionadas, como la
necesidad de Internet para algunas cosas, pero al margen de eso, es un
importante avance la entrega de una herramienta así a un grupo indígena que
quiere aprender a leer y escribir, en la lengua que ellos deseen.